Tras la confirmación de la fórmula presidencial de Daniel Scioli con Carlos Zannini, la mandataria nacional Cristina Fernández de Kirchner le había pedido a Florencio Randazzo que desista de su candidatura presidencial y que baje a la carrera por la gobernación bonaerense. Pero el ministro de Interior y Transporte le dijo que "no". El encargado de hacer el anuncio informal fue el jefe de Gabinete Aníbal Fernández. Randazzo mantuvo ayer por la tarde una extensa reunión con la Presidenta en la residencia de Olivos, en la que le confirmó su decisión de impulsar una fórmula presidencial de unidad para el Frente para la Victoria (FpV) integrada por Daniel Scioli y Carlos Zannini. Ante esta decisión de la jefa de Estado, se daría por finalizada la posibilidad de que el gobernador entrerriano Sergio Urribarri pueda estar en la otra fórmula oficialista, ya que se presentaría una sola lista a las elecciones. Al término de la charla, Randazzo regresó a su despacho de la Casa Rosada y, en medio de un clima de incertidumbre en la interna oficialista, convocó a todo su gabinete y se retiró de la sede gubernamental sin formular declaraciones.

Así, en un marco de tensión, Randazzo definió su futuro político. El FpV quedó entonces con tres precandidatos a gobernadores: Julián Domínguez, Aníbal Fernández y Fernando Espinoza.

Ahora, el kirchnerismo evaluaba la fórmula Domínguez-De Pedro para la gobernación y Aníbal Fernández para diputado nacional, seguido en un tercer o cuarto lugar por el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner.