Habían pasado unos pocos minutos de la 1 de la madrugada de este miércoles cuando se desató la tormenta. Esta vez no fue sólo viento y lluvia. Se agregó un tercer elemento: el granizo.

Piedras de significativo tamaño se precipitaron sobre Concordia, de manera ruidosa, especialmente por el impacto sobre superficies metálicas.

Si bien aún no se hay una cuantificación de los daños, es de suponer que las piedras congeladas hayan dejado su huella en automóviles, chapas de cartón y las carrozas estudiantiles, la mayoría de las cuales no son guardadas bajo techo.

Si la granizada se extendió hacia la zona de campo, los daños podrían ser también importantes.