ROBOS Y DESORDEN EN EL OBELISCO.
COMERCIANTES RECLAMAN 710.000 PESOS.
La CAME exige esa suma al Gobierno porteño para cubrir los daños y perjuicios ocasionados por un grupo de violentos durante los festejos por el subcampeonato mundial de Argentina.
De acuerdo a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), por lo menos 26 comercios fueron saqueados y sufrieron daños en sus instalaciones, con pérdidas totales estimadas en 710 mil pesos.
La CAME está pidiendo exención del impuesto a los Ingresos Brutos por el plazo de seis meses en los negocios afectados; prórroga en el pago de los impuestos nacionales, hasta tanto los empresarios puedan reponerse del siniestro; y una indemnización al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para cubrir los daños y perjuicios ocasionados sobre el pequeño y mediano comercio.
Los costos directos vinculados a los destrozos y saqueos ascendieron a 430 mil pesos, pero a ello hay que sumarle pérdidas adicionales de al menos 280 mil pesos vinculadas al por el cierre temporario de algunos de esos negocios, que estarán inactivos hasta reparar sus instalaciones y reequiparse.
Pizzerías, bares, comercios de indumentarias, teatros, hoteles, oficinas comerciales, fueron algunos de los rubros alcanzados por el vandalismo. Todos sufrieron roturas de vidrios, daños sobre su mobiliario, y robos de diferente magnitud.
De los 26 comercios afectados, 10 se ubicaron sobre avenida Corrientes, 9 sobre Cerrito y 7 en Carlos Pellegrini. Además, hubo destrozos en toda la obra nueva de la peatonalización del Microcrentro y el Metrobus.
Los actos de vandalismo llegan en un momento muy delicado para el sector comercial, que registra caídas profundas en sus niveles de ventas y bajos niveles de liquidez para hacer frente a este tipo de sucesos.
Simultáneamente, se realizará una presentación en la Superintendencia de Seguros para que aquellas pólizas que no tengan cobertura contra tumultos y saqueos, que son la mayoría, sean cubiertas por las compañías teniendo en cuenta que se trata de un caso fuera de razón y cordura, imposible de imaginar por cualquier empresario.