Passarella sigue enojado con José María Aguilar y no sabe cómo reaccionará si se lo cruza: “Tengo miedo de perderme y hacer otra cosa. No conocía con lo que me iba a encontrar en el club”, tiró. Además, habló de JJ López y se defendió de los que lo acusan de quedarse con dinero de pases.

Apareció el Kaiser. Sí, Daniel Passarella, presidente de River, dijo otra vez presente. En esta ocasión se hizo un lugar, entre varias cosas, para hablar sobre José María Aguilar, polémico ex mandatario del club, que había amenazado hace algunas semanas con hablar. Y, con los tapones de punta, tal como lo hacía en su época de jugador, Passarella tiró: “Tiene muchas cosas para decir. Uff muchísimas. Si se pone a hablar tiene que hacer un libro abierto y yo lo puedo ayudar si quiere”.

Molesto con el ex titular del Millo, en diálogo con Espn Rivadavia, Passarella, con un tono picante y sin sabe cómo reaccionaría en caso de encontrarlo, agregó: “No merece que lo salude como presidente de River. No conocía con lo que nos íbamos a encontrar cuando agarramos el club. No quiero saludarlo. Tengo miedo de perderme y hacer otra cosa”.

Y, continuando con su descargo contra Aguilar, haciendo énfasis en la parte económica, disparó: “En mis años de gestión como DT se vendieron jugadores por cien millones de dólares. Los superávit eran de uno, dos, tres millones. Cuando nosotros vendimos tres y dimos un superávit de noventa millones, tuve lástima, ya que esos anteriores números no me cierran”.

Dando vuelta la página, el Kaiser habló también de Juan José López, quien quedó en la historia como el DT de River en el descenso: “Está mal. Es una gran persona. Tuvo una despedida triste. Nunca dejará de tener mi amistad. Es un fanático de River”. Continuando con sus declaraciones, el presidente no compartió la postura de Omar Solassi, vicepresidente del Millo, que había dicho que si el ascenso no se concretaba se iba al Río de la Plata. “Yo no me tiró. Lo acompaño hasta la orilla”, bromeó,

Por otro lado, Passarella se defendió de las acusaciones que lo apuntaban a él y a sus dirigentes quedándose con el dinero de pases de jugadores: “Para la justicia somos inocentes, para la gilada no. No nos llevamos un mango”.