El delantero rosarino Lionel Messi exhibió ayer en el Camp Nou el tercer Balón de Oro de la FIFA que ganó de manera consecutiva, al ser elegido como el mejor jugador del mundo y recibió una gran ovación de parte del público del Barcelona.
Messi levantó el balón en la antesala del partido ante el Betis y se lo mostró a los aficionados catalanes, al igual que hizo el capitán del Barcelona, Carles Puyol, con la Copa del Mundial de Clubes, recientemente ganado por el equipo blaugrana en Japón.
El atacante rosarino festejó también la obtención del galardón con unos nuevos botines dorados, que la marca alemana que lo patrocina le confeccionó especialmente, ya que en ellos están grabados los años 2009-2010 y 2011, por las ediciones que Messi fue elegido como mejor jugador del mundo. También fue aplaudido el estratega Xavi Hernández, quien terminó tercero, detrás de Messi y Cristiano Ronaldo, en la elección del mejor jugador de la FIFA. En el encuentro ante el Betis, Messi marcó dos goles (uno de penal) en la victoria del Barcelona por 4 a 2, que lo mantiene a cinco puntos del líder Real Madrid.
El Betis complicó al Barcelona a tal punto que tras estar abajo por dos goles empató el partido. Villa y Messi pudieron las cosas en su lugar.