El Informe Nº 488 de la entidad indica que “las importantes lluvias pasadas que se dieron en la provincia dejaron como consecuencia la distribución que se ve en el mapa y hoy gran parte de Entre Ríos y el noroeste de la provincia de Buenos Aires son las regiones más beneficiadas por la oferta de agua de las últimas lluvias”. El documento que firma José Luis Aiello expresa además que “los informes de Siber vienen reflejando con precisión lo que representan las reservas en la evolución de los cultivos y es importante señalar que dentro de lo que fue el duro efecto de la sequía (meses de diciembre y enero), los efectos o impactos en la provincia de Entre Ríos fueron leves”.
Como es de práctica, este riguroso informe, que pone en su justa medida el acontecimiento de la falta de lluvias, no se reflejó en algunos sitios “especializados”, ni fue reconocido por los voceros del sector. La población pudo saber sin embargo, casi en tiempo real, las declaraciones de dirigentes agrarios que a ojo calculan daños y piden medidas, pero que no toman nota cuando un informe técnico dice lo suyo.
Los datos volcados en el Informe 488 corresponden al proyecto Siber, que es un mecanismo reconocido por las propias entidades como un eficaz monitoreo de la condición de cultivos, áreas implantadas, rindes y reservas de humedad; coinciden con la evaluación que tenía en su poder el INTA que relativizaba los dichos de los dirigentes agrarios.
La información también será leída con interés por la línea política gubernamental porque el Gobierno de Entre Ríos, a través de su Decreto 76/2012, decretó la Emergencia Agropecuaria para el maíz entrerriano, a instancias de la solicitud de la Dirección de Agricultura del Ministerio de Producción, basada según los considerandos del instrumento en los informes técnicos provistos por el INTA y el Proyecto Siber de la Bolsa de Cereales y la corroboración de pérdidas mayores al 50%, según se cita en el mismo, para todos los departamentos de la provincia.
El cultivo de maíz sufrió pérdidas, pero la inconsistencia del cuadro de situación planteado por la Mesa de Enlace impone reclasificar los hechos para ver las motivaciones que permitieron tomar decisiones que implican reducción en la recaudación de tributos provinciales y una serie de acciones desde diversas órbitas de gobierno, todas con cargo en el erario público.
“Cuando los dirigentes de un sector pueden obtener ventajas, aún a partir de conclusiones falaces, no dudan en utilizar las herramientas que disponen para operar en su propio provecho, aunque eso implique ir en desmedro del conjunto”, dijo un dirigente del oficialismo vinculado a la producción agropecuaria. “No es la primera ni será última vez, pero hay que tomar nota de este comportamiento lobista que, evidentemente, les da buenos resultados”, añadió.