Otro golpe duro recibió anoche Atlético Paraná. No esperaba retirarse de su cancha con la cabeza gacha y con mucha bronca. Pero así se fue. Sufriendo el segundo traspié del campeonato en su propia casa ante el mismo rival y el segundo consecutivo en esta instancia del certamen.
Aunque hay que rescatar que el equipo tuvo actitud para buscar siempre el triunfo, atacó constantemente y tuvo desatenciones atrás, lo que fue muy bien aprovechado por Colegiales de Concordia para pegar en los momentos justos y llevarse una merecida victoria por 2 a 1 del estadio Pedro Mutio, en marco de la segunda fecha, Zona D, de la Segunda Fase del Torneo Argentino B.
Sergio Chitero abrió la cuenta para el dueño de casa a los 26 minutos del primer período y tres más tarde igualó Mariano Romero; mientras que en el complemento Matías Benítez puso cifras definitivas. Con este resultado, el Rojiblanco queda con cero unidades y el próximo domingo recibirá a Ben Hur de Rafaela, a partir de las 19.30.
INTENSO. Partido intenso en los primeros minutos con dos equipos bien definidos dentro del campo de juego. Mientras Paraná se paró con el 4-3-1-2, Colegiales lo hizo con un 4-4-2 y la zona media era solamente de tránsito, porque ambos tuvieron mucha vocación ofensiva y generaron varias situaciones de gol. Se jugaban mucho los dos con aspiraciones de seguir en carrera y por eso se dio un partidazo.
El Decano no estuvo firme en defensa y pasó algunos sofocones, porque el Pompeyano salió a buscar el resultado y con un buen juego de mitad de cancha hacia adelante por parte de Gustavo Trinidad formando buenas sociedades con Todoro y Romero crearon varias situaciones de gol. Incluso, Romero marcó un tanto a los 17 minutos de cabeza tras centro de Benítez que fue habilitado por Todoro. Pero el asistente González marcó una inexistente posición adelantada de Benítez y por eso anuló la conquista ante la airada protesta de todo el equipo concordiense.
Ese fue un llamado de atención para la última línea del Rojiblanco que no estaba concentrada y el arquero De Tobillas les gritaba a sus compañeros para que se despierten. Los que sí estaban despiertos eran Bianchini y Alzugaray quienes manejaron los hilos en la ofensiva del Gato, habilitando a Chitero y a Marzo y así el local tuvo ocasiones para abrir el marcador pero no acertó en el tiro del final.
ALEGRIA QUE DURO POCO. Cuando el Pompeyano mejor estaba haciendo las cosas ofensivamente y había creado un par de situaciones de gol, llegó la apertura por parte del dueño de casa. Alzugaray desbordó por izquierda, se fue hasta el fondo y envió un preciso centro al segundo palo en donde Chitero con un fuerte frentazo mandó el balón al fondo de la red para alegría de su gente. Pero esa alegría duró apenas tres minutos, porque a los 29 Todoro desde la derecha envió un perfecto centro al medio del área que peinó Benítez y por el segundo palo ingresó solo Romero para definir de zurda.
El encuentro se hizo de ida y vuelta, entretenido, bien jugado porque los dos tenían propuestas ofensivas dentro de un trámite que se tornó parejo. Atacaba el local, respondía la visita, y los arqueros evitaban la caída de su valla. Así se fue el primer tiempo con un resultado justo.
EL GOLPE DEL NOCAUT. En el complemento Paraná no tuvo los mismos argumentos futbolísticos que el primero, se desordenó en sus líneas, perdió la pelota en el mediocampo y fue superado por Colegiales que se dio cuenta de que podía llevarse los tres puntos y apostó a ello.
Con mayor presencia ofensiva, el Pompeyano tuvo su premio con la conquista de Matías Benítez –el mejor jugador de la noche- y sentenció la historia a los 11’ minutos en otro error defensivo. Piris perdió la pelota ante la presencia del delantero visitante, quien ingresó al área y ante la salida del cuidapalo Rojiblanco definió de zurda al palo derecho y gol.
Sintió el simbronazo el local pero no tuvo respuestas. Ya no funcionaron como en el primer tiempo ni Alzugaray ni Piris y los intentos en ataque se dieron por la voluntad y fuerza de Marzo y Chitero, quienes tampoco tuvieron una clara para definir.
El ingreso de Ekker por Sosa quedando con tres atrás para intentar desbordar por izquierda no dio resultados, tener a tres delanteros en cancha en los últimos minutos del partido tampoco fue la solución porque el juego fue poco productivo en la ofensiva del dueño de casa.
Entonces Colegiales pudo liquidarlo de contra pero las jugadas sobre el final no fueron definidas con certeza. De todas maneras el Pompeyano se aferró a una victoria que se justifica por lo que hizo en el segundo período y sigue en la cima de la Zona D con un panorama más alentador que el del conjunto de barrio San Martín.