Sin embargo ocurrieron incidentes lamentables, que nadie se puede explicar como empezaron pero que eran absolutamente prevenibles. Gente que nada tiene que ver ni con Racing ni con el básquet, que desde hace un par de partidos concurre a alentar al equipo de nuestra ciudad pero no tiene identificación alguna con la institución académica, comenzó a tirar proyectiles y otros objetos hacia la tribuna en donde se ubicaba la parcialidad visitante, que también respondió la agresión aunque en menor medida.
Mucha gente de Racing intentó frenar a estos energúmenos, pero lo peor vino cuando la Policía quiso poner orden y en definitiva todo se desmadró. Empezaron algunas corridas, los Policías quisieron detener a quienes arrojaron proyectiles y se terminó viviendo un momento de desorden y de una increíble locura ante la mirada de cientos de personas que no entendían nada.
La gente que fue a presenciar un espectáculo de básquet, en muchos casos en familia y con la única intención de acompañar al equipo de la ciudad en una instancia final, terminó siendo espectadora involuntaria de hechos de violencia que nada bien le hacen ni a Racing ni al básquet de Gualeguaychú.
También la gente tuvo que esperar un tiempo prolongado para que los policías pudieran desalojar la tribuna visitante y, en muchos casos, tolerar la falta de respeto de parte del personal policial, que en algunos casos trató de muy mala manera a la gente que pedía con razón poder salir del estadio.
En definitiva, una situación que no le hace bien a nadie y que le puede traer a Racing consecuencias más complejas, porque si el informe indica todo lo que ocurrió, el elenco académico podría recibir una dura sanción, inclusive con suspensión de cancha incluida.