22 de agosto de 2012 |
CONCORDIA. |
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denuncian violacion.
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Cintia y Johana son pareja, tienen 19 y 18 años y fueron atacadas por tres sujetos y que son vecinos de los familiares de una de las jóvenes. Tras radicar la denuncia, fueron amenazadas y sufrieron burlas de los agresores. Fueron tres individuos, que serían vecinos de sus familiares. Cintia y Johana son pareja; tienen 19 y 18 años y se domicilian en Estación Yuquerí, habían venido a visitar a los familiares de una de ellas y nunca imaginaron la pesadilla que los tocó vivir. Se trasladaban en moto por el barrio y realizaron varios mandados para juntarse en una precaria vivienda de Cabral y las vías del ferrocarril, donde termina la ciudad, en su lado sur; eran el blanco de las miradas y de los pibes que estaban en la esquina. Ya entrada la noche cerca de las doce, las jóvenes tuvieron un entredicho, fue por “celos de pareja” y Johana dolida con su novia salió corriendo, quería estar sola, se fue en dirección al puente Alvear. Cintia no quería dejar sola a su amada y la alcanzó en una de las bajadas del arroyo, mientras la pareja discutía nunca pensaron que los mismos individuos que las observaron con curiosidad en el barrio iban por más. Aparecieron de repente tres individuos y las tomaron, a Cintia le pusieron un facón en la garganta y se la llevó un sujeto hacia el monte, en tanto que a Johana dos individuos la tuvieron cautiva, primero a punta de pistola fue violada en reiteradas ocasiones desde la una hasta las cinco de la madrugada del domingo, la joven denunció que el violador eyaculó en su interior, por eso tiene el temor de haber sido contagiada por HIV o de quedar embarazada. Pero esto no es todo. Ya cansado el abusador entregó la posta a otro cómplice que también abusó sexualmente de Johana con penetración, pero solo fue por algunos segundos, “luego se arrepintió”, contó la joven. En todo momento les vieron la cara a los agresores. Su compañera Cintia corrió mejor suerte, ya que no fue ultrajada “solo me manoseó y me tenía con el cuchillo en la garganta”, dijo. Después de la pesadilla la pareja fue liberada y como pudieron regresaron a la casa de sus familiares en Sargento Cabral y las vías. Una pesadilla que no terminaba Ahí no terminó todo. Relataron que sufrieron la humillación de los policías en el momento de efectuar la denuncia en la Segunda. “No nos creían y se reían de nosotras por nuestra condición”, después las llevaron hacia el hospital Masvernat para el examen del médico policial, quien constató la violación que sufrió Johana. En el exudado vaginal hallaron semen del violador y se cree que en seis meses estarán los resultados. Como si fuera poco lo sufrido por las dos jóvenes luego de una mañana entera de denuncia y de relatar una y otra vez lo sucedido, más los exámenes médicos, regresaron a las vías y Cabral y allí se vieron cara a cara con los violadores que se burlaban y les gritaban, hasta escucharon amenazas. Todo esto las dejó no solo con el trauma del horror, también con la preocupación porque los autores del aberrante hecho ni siquiera fueron molestados por la policía luego de ser identificados por las jóvenes en la Jefatura Departamental. Para quienes deben ofrecer justicia y orden es un caso más, para ellas es una marca imborrable que llevaran por el resto de sus vidas.
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