Gimnasia y Rivadavia, apoyados por un campo de juego en muy mal estado, se las ingeniaron para brindar un pobre espectáculo en el cotejo que anoche el Lobo le ganó a los de Lincoln por 1 a 0.
El Lobo comenzó mejor y, en jugadas de pelotas paradas tuvo sus mejores oportunidades. Como Rivadavia es un cosa atacando y otra defendiendo el local aprovechó la muy buena pegada de Lazzarini para que Tissera tuviese su primera oportunidad pero cabeceó muy mal. Después fue el propio Lazzarini el que desperdició dos cabezazos. Uno se fue afuera y el otro brillantemente tapado por el arquero César Vallejos.
Y la visita, que ofrecía muchas ventajas defensivas, complicaba cuando atacaba. Principalmente cuando la pelota pasaba por los pies de Planté o de Rojas.
Pero, siempre fue Gimnasia el más punzante y llegó a la apertura tras un mal rechazo de la defensa visitante. La pelota le quedó servida a Jonhy Aquino que, desde fuera del área, metió un terrible derechazo que se coló junto a un palo de Vallejos que nada pudo hacer. De ahí en más poco pasó en el parcial.
En el complemento, como había acontecido contra Alvarado, Gimnasia le dio a su rival campo y pelota. Y entre la férrea defensa del Lobo con Ricardo Vendakis como abanderado y la inoperancia de la visita fue pasando el tiempo y Gimnasia terminó festejando un triunfo que le otorgan tres puntos para alejarse del fondo de la tabla, algo que preocupaba y mucho.
Ahora vendrá la visita a Racing de Olavarría y luego el descanso para recuperar a sus lesionados, pensar en algunos refuerzos y afrontar el final de la etapa.