River perdió por 1-0 ante Estudiantes de Buenos Aires en Catamarca y se despidió de la Copa Argentina en los 16avos de final, la instancia donde se presentó. El equipo protagonista de la Primera B Metropolitana lo superó con claridad en el balance general y dio un golpe histórico.
El Millonario tuvo dos caras bien marcadas en el periodo inicial. La primera la mostró en los primeros 25 minutos, donde fue protagonista del partido y le bastó con pincelazos de sus individualidades para generar peligro. A los 5, Mauro Díaz dibujó un pase genial para Rodrigo Mora, que estrelló la pelota en el palo. El uruguayo volvió a coquetear con el festejo a los 15, cuando movió el travesaño con un tiro libre destinado al ángulo.
La segunda cara de River se vio en los últimos 20 minutos. Horrores defensivos de la improvisada y juvenil línea de tres, mal reforzada por Jonathan Bottinelli. Falta de cohesión con el mediocampo y desaparición de los generadores de fútbol. Estas carencias también fueron potenciadas por el Pincha, que redobló la presión y entendió que podía golpear si se animaba. Así lo hizo a los 34 por intermedio de Pablo Ruiz, en una jugada nacida en un lateral para el Millonario.
El panorama se ennegreció para River en el segundo tiempo. Tan floja fue la tarea del equipo que los cánticos desde las tribunas no tardaron en llegar al campo. Y cuando escuchó los reclamos, Ramón salió disparado y le hizo gestos de desaprobación a la gente. Con la entrada a 15 del final de Tomás Martínez, el Millonario tuvo una pizca más de rebeldía. Pero el entusiasmo del juvenil no bastó ni fue acompañado por Mora y Luna.
Al igual que Racing, River le dijo adiós al certamen donde debía mejorar las semifinales alcanzadas el año pasado. Un voluntarioso y concentrado equipo de la tercera categoría pinchó el sueño rojiblanco y le generó dolores de cabeza a Ramón en la recta previa al duelo con Boca. ¿Dejará secuelas esta rápida eliminación en el ánimo del plantel? Poco le importa la respuesta a Estudiantes, que pidió que esta noche histórica no termine nunca más.