En el cuarto punto de la serie final del Torneo Nacional de Ascenso (TNA), Estudiantes de Concordia venció a San Martín de Corrientes por 73-66 y emparejó la llave en dos triunfos por equipo. En consecuencia, la eliminatoria por un lugar en la Liga Nacional A de Básquetbol se resolverá el próximo martes en cancha del Santo. Una vez más, el Verde se apoyó en la fortaleza de su localía para extender su invicto a 19 partidos en esa condición (no perdió ninguno de la presente campaña) y propinarle, por primera vez en la temporada, la segunda derrota consecutiva a los dirigidos por Pablo D’Angelo. En medio de una gran actuación colectiva, Lee Roberts (25 puntos y 17 rebotes) y Eduardo Gamboa (23 puntos) fueron las máximas figuras en el ganador, que tuvo además a un destacado Sebastián Orresta (12 puntos y cinco asistencias) en el rol de conductor, quien terminó manejando los hilos del partido. En la visita se destacaron los ex Sionista, Agustín Carnovale (14 unidades) y Ramiro Iglesias (11 tantos).
El cuarto juego de la final volvió a mostrar la misma intensidad y emoción que los anteriores. Estudiantes lució muy concentrado, haciendo presión individual en defensa y moviendo el balón con Orrestra involucrando a todo el frente de ataque, o penetrando y descargando, según la situación. A los aciertos le sumó la carga del rebote ofensivo que le posibilitó definir en segunda instancia. Con los puntos de Gamboa en el perímetro y de Roberts y Moya en el poste bajo el local sacó siete (12-5) restando 6m40s.
San Martín se encontró con una pintura muy congestionada, donde le costó llegar con claridad al cesto contrario. El tiempo que pidió D´Angelo pareció más oportuno que nunca, el ingreso de Carnovale le permitió al Santo emparejar el partido y así la visita metió un parcial de 4-0 con los puntos de Basualdo y James. Pese a ello Estudiantes siguió controlando el trámite con un Gamboa soberbio (diez puntos y 2/4 triples), y el estupendo juego de Roberts (dueño de los rebotes) y Moya, que no lució pero controló muy bien a James en los diez minutos iniciales (23-14).
El segundo segmento se hizo impreciso y deslucido. San Martín siguió perdiendo la lucha por los rebotes, inclusive los que se dieron en su propio acrílico. Para colmo de males los nervios le jugaron una mala pasada a D´Angelo, quien reclamó airadamente a los árbitros por las cosas que le tiraban al banco desde la platea. La falta técnica pareció demasiado severa para la situación que vivía el equipo correntino, pero hay que reconocer que la reacción del técnico visitante fue desmedida. Así Estudiantes sacó 12 (26-14) a 8m49s, pero no pudo ampliar la ventaja porque apresuró varios ataques en su ímpetu por liquidar el juego de antemano.
San Martín que había tardado más de tres minutos en anotar los primeros puntos del cuarto insinuó una reacción con el empuje de Patricio Rodríguez y Gordon James, y así llegó a reducir la diferencia a nueve (30-21) restando 2m23s. En el momento más crítico del local emergió otra vez la efectividad perimetral, primero con un triple de Osores y luego con otro de Gamboa para apagar el repunte correntino y cerrar la primera mitad con una ventaja de 12 para los dirigidos por Hernán Laginestra (36-24).
El inicio del tercer capítulo repartió errores y pocos aciertos (dos pérdidas para cada uno). Fue Oprandi el que anotó los primeros puntos de cancha cuando ya se habían jugado dos minutos. El partido comenzó a hacerse más físico, trabado y muy luchado. Dentro de ese panorama y con una merma en el local, San Martín redujo la diferencia a nueve (38-29). El Santo comenzó a presionar a un adversario apresurado y confundido. A partir de la defensa construyó la reacción, porque al estar bien parado atrás se liberó en ataque, James aprovechó la salida de Moya para ganar seguido adentro, en tanto Carnovale e Iglesias lastimaron de afuera.
El ex Sionista clavó un triple que caló hondo en el ánimo entrerriano para dejar a su equipo solo cuatro puntos abajo (38-34) restando 4m07s. El minuto pedido por Laginestra no cambió demasiado, porque Iglesias volvió a romper la zona para anotar en penetración. El base fue el artífice del gran momento correntino, que emparejó en ambos costados y sobre todo en la lucha aérea. Estudiantes fue sumando en cuentagotas, porque no estuvo certero desde la línea de personal, y solo Lee Roberts mantuvo su nivel para sostenerlo. Aún así, en el último minuto el local pareció despertar del letargo para tomar un poco de aire: 49-43.
Estudiantes retomó la ventaja en solo dos minutos y medio del cuarto final. Roberts volvió a imponerse en el juego interno demostrando todas sus condiciones, cuando no pudo convertir ganó con el cuerpo para tomar su propio rebote. Esa acción y un doble de Orresta al encontrar el hueco dejado por la defensa visitante hizo estallar a D´Angelo, quien pidió tiempo. Quedaban 7m25s y el local ganaba 58-49. Y ese fue el punto de quiebre, porque San Martín no pudo mejorar y Orresta clavó un triple que volvió a estirar la ventaja (61-49). La visita siguió luchando y remando de atrás, con más garra y actitud que su acostumbrado juego aceitado y efectivo. Carnovale descontó desde el perímetro, pero Gamboa quebró una vez más la primera línea para anotar debajo del cesto restando 4m44.
La diferencia (63-52) a esa altura se hacía cada vez más difícil de revertir. Para sumar otro factor en contra, James tuvo que abandonar el partido al cometer su quinta falta cuando aún quedaban 3m40s. De allí en más el reloj fue el principal aliado de Estudiantes, que le asestó por primera vez a su rival la segunda derrota consecutiva de la temporada. D´Angelo mando a presionar en toda la cancha en los dos minutos finales. Isola y Basualdo le pusieron dramatismo al juego al encestar un triple y un doble con menos de 40 segundos por jugar, pero Osores terminó asegurando el triunfo desde la línea.
Estudiantes estiró la serie ante el gran candidato, aumentó a 19 su largo invicto de local y mantuvo sus esperanzas de lograr el ansiado ascenso a la máxima categoría del básquet argentino. San Martín volvió a jugar incómodo, nunca le encontró la vuelta, tuvo una reacción pero no fue suficiente, y se fue de Concordia con las manos vacías, pero con la chance intacta de definir la serie en su casa para retornar a la Liga Nacional.