13 de agosto de 2013 |
EL FISCAL QUE NO SALUDO A MACRI. |
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REPERCUSIONES.
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En la escuela Wenceslao Posse el desfile de votantes fue incesante, pero el tema central no fue el resultado de la elección, sino lo que sucedió cuando Mauricio Macri se acercó al establecimiento para emitir su voto.
En el colegio Nº 16, situado en Juncal 3131, hubo diez mesas habilitadas para votar pero la 6540 se llevó todas las miradas: allí estuvo sentado el fiscal de 16 años que a las 9:40 de la mañana se levantó de su asiento y amagó estrechar la mano del jefe de Gobierno, pero con un rápido movimiento desairó al líder del PRO.
Minutos después de convertirse en un protagonista inesperado de la jornada, el joven militante del Frente para la Victoria explicó las razones que lo llevaron a negarle el saludo a Macri: "Yo no voy a ir en contra de mis convicciones porque este tipo es (hace) una persecución constante a los estudiantes. Y eso que yo voy a un colegio privado, pero con respecto a mis compañeros… Ahora por suerte sacamos la ley del centro de estudiantes, vamos a poder crear un centro de estudiantes, pero, si no fuese por este Gobierno, no sé qué haría Macri en la Legislatura".
Ya nada es igual, la enorme repercusión que tuvo el hecho enrareció el ambiente: Infobae certificó que muchas personas que votaron en la mesa de la polémica buscaron con la mirada al joven militante del Frente para la Victoria que se burló de Macri; algunos lo señalaron por lo bajo y lo observaron con una sonrisa, otros lo miraron con un gesto adusto.
"Es una criatura, pero el clima se enrareció después de lo que pasó (con Macri): uno de los votantes se acercó a la mesa, fue a saludar y cuando el chico iba a darle la mano, lo eludió y le dijo '¿Viste que todo vuelve?'", detalla a Infobae una persona que estaba a pasos de la mesa 6540.
No fue el único episodio incómodo: la situación ya se había desvirtuado y el chico prefirió no saludar a otra persona, por temor a que le hiciera lo mismo que el votante anterior.
Cuando los medios de comunicación se acercaron a hablar con el protagonista de esta historia de fama repentina, el joven optó por el silencio: "Te agradezco pero no quiero, buena onda, pero no".
Instantes después otro joven militante se acercó para saber quién requería la palabra del chico de 16 años y pidió: "Por favor, es menor de edad, queremos proteger la identidad y la vida del pibe". La llegada de dos agentes de seguridad le puso punto final al breve encuentro.
La situación revolucionó aún más el ambiente y a las 15:32 el fiscal de la polémica salió por la puerta del colegio: otro joven que hablaba por celular lo esperó y juntos se fueron hacia Coronel Díaz. La silla (al menos por unos minutos) quedó vacía.
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