El 21 de septiembre nació en Gualeguaychú una beba con malformaciones en el cerebro, el corazón del lado derecho, y sin un brazo, entre otros graves problemas.

Rocío Churruarín, la madre de 18 años que se encuentra con la pequeña Bianca en el hospital San Roque, de Paraná, dijo que transcurrió su embarazo en un puesto de campo ubicado frente a Botnia-UPM y luego en Costa Uruguay Sur, también plena zona de fumigaciones.

“Nosotros vivíamos antes en la estancia Ñandubaysal, en un puesto retirado de la estancia. Vivimos unos nueve meses ahí. Estuve ahí hasta los cinco meses de embarazo”, dijo Rocío a Radio Máxima.

Agregó que “la beba tiene muchas malformaciones. Le falta un brazo. Al corazón del lado derecho, le falta una parte, tiene malformación en el cerebro, no tiene ano, hay un riñón que no le funciona bien, tiene un pulmón sin desarrollar porque el lugar del pulmón es ocupado por el corazón… “.
Dijo que los médicos le preguntaron "si donde yo vivía había siembra de soja… puede ser de algún tóxico… De Botnia-UPM no me preguntaron, y yo no me acordé de decir. De mi casa se veía clarito la planta, y muchas veces se sentían olores muy feos”.

El asambleísta Raúl Almeida, guía náutico del río Uruguay, dijo que en la misma zona se han detectado otros inconvenientes y mencionó el nacimiento de terneros con malformaciones.

“Este fin de semana tomamos conocimiento de este problema. Hay muchas coincidencias de lo que está pasando en nuestra zona, donde hay agroquímicos y también está Botnia-UPM. Se suma el crecimiento alarmante en Fray Bentos de los casos de malformaciones”, dijo en declaraciones a la misma radio.

“Esta chica estuvo en una parte alta del balneario Ñandubaysal, frente a Botnia-UPM. Hay gente que vive en lo que se llama la barranca muerta, que es como un balcón al río Uruguay, y esa gente recibe directamente las emanaciones de Botnia-UPM. La agricultura está más atrás, y los vientos son predominantes del este, directos de Botnia-UPM. Hay grupos de familias en la zona que relatan sobre los vientos, que los olores, que las plantas se le quemaban, que se irritaban los ojos y la garganta, que los techos se llenaban de cenizas…”, agregó el asambleísta.

Dijo asimismo: “También tenemos datos de lo que pasa con la hacienda, que hay malformaciones en los terneros que nacen, siempre en la misma zona, costa Uruguay sur”.

“Creo que el que no quiere ver, es porque tiene los ojos cerrados. Necesitamos ponerle nombre y apellido a lo que está pasando…porque pasando, está… “, disparó Almeida.

“Creo que las autoridades tendrían que hacer un seguimiento de toda esta zona…”, opinó finalmente.