Febrero se va como vino: lluvioso y templado. Casi otoñal. Así empezará marzo, por lo menos los primeros días. Luego una entrada de aire cálido le cambiará la cara al clima y las temperaturas comenzarán a subir. Así lo indica un informe que abarca el primer trimestre de 2014 del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Para el mes próximo, prevén que en el centro y norte del país los termómetros estén entre uno y dos grados por encima de la máxima promedio, que es de 26 grados. El calorcito volverá para despedir el verano.
Los especialistas aún no pueden predecir si habrá otra vez olas de calor como en diciembre y enero. Recién entre el viernes y el lunes el SMN tendrá lista la actualización del pronóstico para los tres meses que siguen.
Al menos para marzo, no se esperan días con temperaturas extremas. “Durante todo enero llovió más del 80% de lo que normalmente se espera para ese mes. La tendencia siguió en febrero. En Buenos Aires cayeron 523,6 milímetros en los 54 días que van de año, cuando el promedio anual es de 1.145,9. O sea que ya se acumuló el 46% de las precipitaciones previstas para 2014. En San Juan ya superaron el 56% de que lo suele llover en 12 meses”, detallan desde el SMN, que ayer emitió un alerta por lluvias y tormentas intensas para la región de Cuyo y el norte del país.
Febrero no dejó ver el sol y, además, mostró su costado más fresco.
Carlos Zotelo, licenciado en Ciencias de la Atmósfera e investigador de Conicet, adelanta que para la porción central del país (Entre Ríos, Santa Fe, sur de Córdoba, La Pampa, Buenos Aires, sur de Mendoza y norte patagónico) la temperatura estará un grado por encima de la temperatura promedio, calculada en 26,3 grados. Para el resto del país, las condiciones serán normales.
“En cuanto a lluvias, se registrarían franjas opuestas. En el oeste de Córdoba, Tucumán, oeste de Santiago del Estero y norte de La Pampa, lloverá más que lo normal. En cambio, en el noroeste y centro-norte de la Patagonia, se prevé un déficit de precipitaciones”, suma Zotelo.
“Tuvimos un verano partido en dos: un enero seco y caluroso, que duró 23 días; y como contraposición, un febrero húmedo y templado, que duró desde las última semana de enero y se extenderá por lo menos hasta el 15 de marzo. La primera quincena del mes que viene podría presentarse con alta probabilidad de precipitaciones y abundante cobertura nubosa, con temperaturas por debajo del promedio en el centro y norte del país. En Cuyo el escenario es a la inversa, van a estar afectados por olas de calor asociadas al viento Zonda”, explica Germán Iturriza, vocero de Weather Watch, una compañía que se dedica a hacer pronósticos para empresas del sector privado.
El último diciembre fue el más caluroso de la historia, superando las marcas de 1975, 1989 y 1994. Y le siguió el enero más caliente de los últimos 50 años. Hubo dos olas de calor con térmicas que superaron los 46 grados. Al fastidio por las altas temperaturas se sumaron los cortes de luz: hubo barrios que pasaron 20 días sin servicio. La lluvia del primer día del año hizo que la temperatura descendiese 15 grados de golpe. Pero el alivio duró tan sólo unos días. El 5 de enero, el SMN –que define a una ola de calor como el período de tres o más días consecutivos con temperaturas mínimas por encima de los 22 grados y máximas superiores a los 32,2 grados– advirtió sobre ciclo de térmicas extenuantes. El calor aflojó dos días después pero sí persistieron los cortes de luz y en algunos puntos, de agua.