El Tribunal Oral Federal de Paraná condenó a dos hombres por el transporte de una tonelada de marihuana en un camión que fue sorprendido por un control policial en el puesto caminero de Rosario del Tala, el 30 de agosto de 2012.
Efectivos que realizaban un operativo de control vehicular y documentológico interceptaron un camión grúa de auxilio en el cruce de las rutas provinciales 6 y 39. Al revisar el vehículo constataron una serie de infracciones y multaron a su conductor, Maximiliano Pablo Punzano. El dinero fue aportado por tres personas que se acercaron en un automóvil Peugeot 206, luego de ser contactadas por el propio chofer. Pero luego los policías detectaron un sobrepiso en la rampa que se utiliza para subir los vehículos a remolcar, donde se ocultaban 984 ladrillos de marihuana, con un peso total de 998,25 kilos. Inmediatamente, la Policía ordenó la búsqueda del vehículo, que fue detenido en el puesto caminero de Victoria.
Ayer Punzano fue condenado a la pena de 6 años y 6 meses de prisión y se le impuso el pago de una multa de $6.000; mientras que Leandro Félix López, que era el conductor del Peugeot 206, recibió una pena de 6 años de prisión y deberá pagar $6.000 de multa. Ambos continuarán detenidos en la cárcel de Paraná.
En tanto, otras cinco personas que estaban acusadas de integrar una organización dedicada al tráfico de estupefacientes en la provincia de Buenos Aires fueron absueltas por el tribunal. Se trata de Lucas Ramón Sánchez, su padre Ramón de la Cruz Sánchez, Luis Cayetano López –para quien el fiscal no había formulado acusación– y los menores Miguel S. y Daniel L.
Además, los jueces remitirán al Juzgado de Instrucción en turno la denuncia por apremios ilegales que hicieron cuatro de los imputados contra los policías que los detuvieron en el puesto caminero. “En Victoria nos recagaron a palos. Nos agarraron de los pelos para bajarnos del auto, nos apuntaron y preguntaban: ‘¿Dónde está la merca, dónde está la merca?’, dijo uno de los jóvenes. “Nos pusieron una bolsa en la cabeza y después nos tiraron gas pimienta”, agregó el adolescente ante el tribunal.
Banda organizada. El fiscal José Ignacio Candioti había acusado a seis de los imputados como integrantes de la organización que había realizó el transporte de marihuana desde el norte argentino presuntamente hasta la provincia de Buenos Aires.
En el esquema de la banda, Candioti señaló a Punzano como chofer del camión en el que era transportada la droga; mientras que el automóvil Peugeot 206 en el que viajaban Leandro Félix López, Lucas Ramón Sánchez, Miguel S. y Daniel L. “brindaba apoyo logístico” para el transporte de la marihuana; y Ramón de la Cruz Sánchez fue quien “facilitó el dinero” para el pago de la multa que se le impuso al camionero.
Asimismo, destacó que “el camión estaba especialmente acondicionado para llevar el estupefaciente”, por lo que consideró “ilógico” que Punzano desconociera que llevaba una carga de mil kilos de droga. En tanto, los ocupantes del automóvil “brindaban un apoyo no solo del dinero sino también en todo el trayecto”.
En su alegato, el fiscal advirtió que “el acuerdo de voluntades” entre los miembros de la organización todavía se mantiene “porque tienen una estrategia común para que las responsabilidades recaigan sobre Leandro López y Punzano”, a fin de desligar al resto de eventuales condenas y de hacer caer el agravante que establece la ley que penaliza el tráfico de drogas por la participación de tres o más personas.
Nulidades. Por su parte, el defensor oficial, Mario Franchi –con la adhesión del particular Alberto Salvatelli–, planteó la nulidad de la detención de Punzano, como también de los arrestos de los cuatro jóvenes que iban en el automóvil y de todos los procedimientos posteriores. Si bien el tribunal rechazó los planteos, Franchi afirmó que Punzano “fue retenido durante seis horas sin motivo legítimo”, cuestionó el argumento policial del “nerviosismo” del conductor en el momento del control documentológico y aseguró que el chofer “llevaba droga, pero no sabía”.
Del mismo modo intentó desvincular de la maniobra a Lucas Ramón Sánchez y los menores diciendo que “no disponían sobre un auto que no les había sido confiado, ni sobre el recorrido ni tenían vinculación con Punzano”, en referencia a que Luis Cayetano López le había prestado el Peugeot 206 a su sobrino Leandro Félix López, tal como ambos lo reconocieron en el juicio.
Además, Franchi dijo que Ramón de la Cruz Sánchez envió el dinero que se utilizó para el pago de la multa “porque sus hijos viajaban en el auto”.
En tanto, Salvatelli apuntó que “Leandro Félix López solo le alcanzó el dinero a Punzano para pagar la multa y eso no constituye ningún delito”. Y en cuanto a Lucas Ramón Sánchez, acotó que “lo único que lo involucra es que iba sentado en el asiento del acompañante en el auto”.
Los teléfonos, una pista clave
Los entrecruzamientos de llamadas telefónicas fueron un eje central en el alegato del fiscal José Ignacio Candioti. En esa línea destacó la fluida comunicación a través de llamadas y mensajes de texto entre Punzano y los ocupantes del automóvil de apoyo desde los días previos a ser detenidos, como también con un tercer vehículo que los habría acompañado desde el norte argentino.
El 30 de agosto Punzano recibió un mensaje proveniente de un teléfono celular con característica de la provincia de Misiones. Ese mismo número está registrado como “Tía” en un aparato que se incautó en el Peugeot 206 y ese día llamó dos veces a los jóvenes que luego fueron detenidos. El teléfono está a nombre de una tal Gimena Machuca, que también llegó a ser imputada en el inicio de la investigación, aunque luego quedó desvinculada por el juez federal. Ello a pesar de que los registros de las compañías telefónicas ubicaban ese día, alrededor de las 3 de la madrugada, a los tres aparatos (el de Punzano, el de Machuca y que estaba en el Peugeot 206) en el departamento Federal.
Candioti afirmó que Machuca “también iba monitoreando el viaje” del camión con la droga. Los informes muestran que Machuca estuvo entre el 25 y el 29 de agosto en el norte del país y el 30 de agosto emprende un viaje de norte a sur pasando por Mercedes, Feliciano, Federal, Lucas González y Nogoyá, haciendo el mismo recorrido que el camión con la droga y el Peugeot 206 que conducía Leandro Félix López.
El teléfono que llevaban los jóvenes en el Peugeot 206 se comunicó siete veces con el aparato de Machuca, solo el 30 de agosto, y el propio Punzano la llamó ese día a las 11.47, estando ya en el puesto caminero de Rosario del Tala; mientras que entre Punzano y Leandro López se intercambiaron 35 llamadas desde el 28 de agosto hasta la detención.
La comunicación entre ellos se corta tras la detención de Punzano: “Vayanse para abajo porque esto ya se pinchó, nosotros nos vamos para arriba”.
