La AFA admitió hoy la venta de entradas durante el mundial, luego de las múltiples denuncias contra dirigentes por haber revendido ingresos a precios superiores a los oficiales, pero se despegó del escándalo, con el argumento de que se vendió "a precio oficial" para "solucionar el problema de la gente que viajó".
"Nosotros hemos entregado entradas para solucionar el problema de la gente que había viajado", se defendió Luis Segura, presidente de Argentinos Juniors y Vicepresidente 1° de AFA, ante las numerosas denuncias de hinchas que aseguraban que los dirigentes del organismo eran los principales actores del mercado de reventa de entradas.
"La gente insultaba a los dirigentes porque no había entradas. Se agolpaban 300 o 400 personas en la puerta de los hoteles reclamando", relató Segura, que además admitió: "Sí, vendimos entradas, pero no las revendimos, las vendimos a valor oficial". En ese sentido, señaló: "Instalamos una oficina de AFA en San Pablo y mandábamos a la gente para ahí. En su desesperación, la gente casi destroza el lugar".
El dirigente reconoció también que "el mecanismo pudo ser poco claro", pero lo justificó: "Hicimos lo que sentíamos que teníamos que hacer para resolver el problema de la gente". Sobre este punto, precisó: "No tengo nada que ocultar. Bélgica devolvió entradas que no iba a usar y nosotros se las entregamos a hinchas argentinos. El resto de los días fueron cantidades muy menores".
Luego, con un dejo de ironía, hizo autocrítica: "¿Si hicimos mal en vender? Sí, creo que hicimos mal. Si no hubiéramos vendido entradas, no tendríamos este problema que tenemos. Les tendríamos que haber dicho a los hinchas: 'Arréglense'. La gente que había viajado estaba desesperada".