En 20 días Gimnasia y Esgrima comenzará a jugar el nuevo Torneo Federal A, junto a otros 39 equipos de todo el país. Una participación que implica gastos muy importantes y que obligan a esfuerzos no siempre reconocidos a los dirigentes que encabezan esas campañas, que a veces se convierten en aventuras u odiseas.  Aquí no se mencionan los gastos del plantel.

El 24 de agosto de 1996 comenzó el Campeonato Nacional B que marcó la incorporación de nuestro Gimnasia y Esgrima a la segunda categoría de un fútbol dos veces campeón del mundo y dos veces campeón olímpico. Dieciocho años después, también un 24 de agosto dará comienzo un certamen, esta vez el de flamante denominación Federal  A, tercera categoría del fútbol nacional.

Las expectativas son distintas, pero las dificultades de ayer y las de hoy, se antojan similares. Las diferencias no existen: la ciudad sigue pequeña, la institución también y el medio en el que se compite es cada vez mas profesionalizado.  Como consecuencia de aquella participación durante casi una década en la 2ª categoría, todo el medio adoptó maneras y formas de un fútbol cada vez más encumbrando en las exigencias, en un lugar que pasa del acompañamiento a la indiferencia sin estados intermedios, y cuando de acompañamiento se habla está limitada a la presencia en las plateas o tribunas que –indudablemente- no se desdeña pero es insuficiente.

En los últimos torneos la presencia de espectadores en el Estadio Núñez no superaba el millar de personas; tal vez la presencia cordobesa o de los vecinos gualeguaychuenses lograron arrimar un poco de calor a la sombra de la tribuna norte; las campañas, pobres, peleando el descenso, no generaban expectativas y terminaban en críticos comentarios a la dirigencia por la mediocridad de los refuerzos traídos, por la capacidad de los técnicos. Se comparaban presupuestos de los rivales y se concluía que era imposible competir contra quienes manejaban sumas en sueldos y premios, inaccesibles a nuestro fútbol. 

En veinte días entonces se pondrá en marcha un torneo que será de transición y con una particularidad: la cantidad de clubes que ascenderán al Nacional B. Para algunos una excelente oportunidad para armar un gran –y caro- equipo para cuatro meses, y asegurarse el ascenso. A quienes los resultados le nieguen esa chance, pese lo invertido, accederán a otro drama: el económico, con jugadores que no cobrarán lo convenido, con técnicos desocupados y un futuro oscuro de cinco meses de inactividad, ya que el Federal A 2015 comenzaría en abril.

Pero mas allá de los salarios de jugadores y directores técnicos, abrir la cancha para disputar un partido tiene un costo que seguramente el estimado lector no imagina y desconoce. Trasladar una delegación compuesta por jugadores, técnicos, médico, dirigentes, un total de 25 personas, supone un costo muy importante. En ambos casos para afrontarlos, no hay tarjetas, ni cheques diferidos, solo  efectivo contante y sonante.

Bajo el título de Aranceles de AFA y Honorarios de Arbitros, se da cuenta de las sumas que se lleva el administrativo de AFA que llega a cada partido y de lo que perciben los árbitros por su actuación y por el traslado desde su ciudad de origen. Cada domingo se juegan veinte partidos de Federal A en los que AFA percibe un arancel y también por el control antidóping, que se hace en forma saltuaria.

Aquí no nos ocupamos del gasto más importante: el del plantel y cuerpo técnico. Sabido es que han llegado 8 ó 9 refuerzos, a los que se les abona un sueldo de acuerdo a sus calidades y antecedentes, se les brinda casa , ya sea que vengan solos o con su familia. También el cuerpo técnico que llega con su ayudante y un preparador físico. En el caso de Gimnasia se han incorporado ocho refuerzos, hay varios jugadores locales, y el técnico llegó con su preparador físico. Debe agregarse a esto los salarios de médico, kinesiólogo y utilero. Estos gastos no se incluyen en el informe presente. Si, no escapa a nosotros estimado lector, que quien se “mete” a dirigente de fútbol sabe que ingresa a un mundo sin suavidades y en el que es probable que las irregularidades del terreno sean más de las que se imaginaban. En esta página, en los distintos cuadros y artículos, damos cuenta de esos gastos, tal vez el conocimiento y esta difusión, haga menos estridente y exasperado el reclamo cuando una mala actuación lleve a gritar: “eso es porque no ponen plata.”  

Detalles de los gastos fijos

En la primera fase, es decir de aquí a noviembre, Gimnasia y Esgrima viajará una vez a Paraná, una vez a Corrientes, dos veces a Resistencia, dos a Formosa, una a Gualeguaychú. Las empresas de transporte cobran por kilómetros recorridos. Consultados dirigentes gimnasistas expresaron que aún no tienen respuesta del costo que tendrá el kilómetro y no aventuraban cifras. 

El detalle de viajes es el siguiente:

- Paraná (un viaje) Distancia 264 km.     Total 528  km.

- Corrientes (un viaje) Distancia 722 km.     Total 1.444  km.

- Resistencia (dos viajes) Distancia 740 km.     Total 2.960 km.

- Formosa (dos viajes) Distancia 908 km.     Total 3.632 km.

- Gualeguaychú (un viaje) Distancia 74,5 km.     Total 149 km

En total el sueño gimnasista recorrerá en esta primera etapa del torneo 8.313 kilómetros.  Todo indicaría –y de acuerdo a costos del torneo anterior- que el rubro transporte insumirá en el presupuesto una cifra que puede rondar entre los $ 110.000 y los $ 130.000.-, que deben saldarse siempre, antes del próximo viaje.