“No hay causas de justificación o inimputabilidad”, dijo en varios tramos de su alegato la fiscal Laura Zyseskind en el juicio que se realiza en San Isidro por el encubrimiento del crimen de María Marta García Belsunce. Fue con ese argumento que la fiscal pidió penas de entre seis años y cuatro años y medio de prisión para cinco imputados .
La representante del Ministerio Público Fiscal reclamó a los jueces del Tribunal Oral 1 que condene a seis años de prisión al cuñado de la víctima, Guillermo Bártoli; al hermano de la mujer y abogado Horacio García Belsunce (h) y al médico Juan Gauvry Gordon; a cinco años al hermanastro de María Marta, John Hurtig y a cuatro años y seis meses al vecino de El Carmel Sergio Binello.
Además, reclamó que, si son hallados culpables, al momento del fallo se ordene su inmediata detención . Asimismo, la Fiscalía había reclamado que hasta el fallo a todos se les prohíba salir del país y que se presenten en los tribunales cada 72 horas, pero el pedido le fue denegado antes de pasar a un cuarto intermedio hasta mañana a las 10 .
En tanto, la fiscal pidió la absolución de la masajista Beatriz Michelini por “falta de pruebas” y porque “trató de reanimar a la víctima y se encontró con una una escena ya modificada”, según explicó.
El alegato fiscal comenzó minutos después de las diez de la mañana y terminó pasada las tres de la tarde. Para su discurso se basó en powerpoint en las que resumió los argumentos de su acusación.
Los seis imputados asistieron al debate . De a ratos Bártoli, García Belsunce (H) y Hurtig hacían gestos mostrando fastidio o negando con la cabeza algunas interpretaciones de la fiscal.
Hurtig se mostró como el más nervioso de todos .
En principio, la fiscal resumió algunos de los hechos que llevaron a acusar a familiares, amigos y médico por encubrimiento. Así habló de modificación de la escena del crimen y de los actores: dijo que se tiraron prendas manchadas con sangre, que se omitió la denuncia policial y se evitó el ingreso de la Policía, que se acondicionó el cuerpo de la víctima, que se hizo un certificado de defunción falso, que se tiró el sexto proyectil al inodoro (el supuesto “pituto”) y que se inventaron versiones con el asesoramiento de un abogado.
Además volvió a hablarse de la famosa “gotita” con la que se habrían cerrado los orificios de bala que terminaron con la vida de la socióloga en octubre de 2002 en su casa del country de El Carmel, en Pilar . “No se pudo descartar definitivamente la aparición de ciano en la muestra”, dijo la fiscal sobre la sustancia presente en el adhesivo de contacto.
Desde el comienzo, la fiscal apuntó su acusación contra Bártoli, cuñado de María Marta . Dijo que “ocultó e hizo desaparecer rastros de la escena del crimen, además de querer instalar la idea del accidente diciendo que la víctima era torpe y buscó un certificado de defunción sin intervención policial”.
También embistió contra Gauvry Gordon, el primer médico de ambulancia en llegar la casa. Al respecto señaló que “ante una muerte dudosa y muerte traumatica diagnosticada tenía que haber hecho la denuncia policial, sobre todo teniendo en cuenta que es el que asistió e hizo maniobras a la víctima”.
Con relación a los otros implicados, la fiscal sugirió que los familiares de María Marta buscaron a quién culpar del crimen antes de que se supiera que la socióloga tenía cinco balazos en la cabeza . Esto lo aseguró a través de las escuchas registradas en el megaexpediente por la investigación del caso.
“La fiscal hizo su trabajo de acusar pero nunca explicó a quiénes encubrimos. Tampoco nadie me dijo quién mató a María Marta”, aseguró Bártoli al salir de la sala.
Tras el pedido fiscal, el juicio por el encubrimiento pasó a cuarto intermedio hasta el miércoles a las 10, cuando comiencen los alegatos de las defensas de Michelini, Hurtigg.