El primer juicio por los crímenes cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los centros clandestinos de detención y exterminio más grandes montados durante la última dictadura militar, llegará hoy a su fin cuando el Tribunal Oral Federal 5 dicte sentencia contra los 18 represores acusados. La fiscalía pidió prisión perpetua para 14 represores y 25 años de prisión para los restantes, en tanto las seis querellas hicieron pedidos de tenor parecido. Al cabo de 22 meses de debate y el desfile de más de 250 testigos, el tribunal que integran los jueces Daniel Obligado, Ricardo Farías y Germán Castelli convocó a la audiencia para las 18, en el auditorio del subsuelo de los tribunales federales de Comodoro Py 2002, ubicados en el barrio porteño de Retiro.
Los juzgados son Alfredo Astiz, Jorge Tigre Acosta, Julio César Coronel, Jorge Rádice, Adolfo Donda, Antonio Pernías, Juan Carlos Rolón, Raúl Scheller, Alberto González, Juan Carlos Fotea, Ernesto Weber, Ricardo Cavallo, Néstor Savio, Manuel García Tallada, Antonio Montes, Juan Antonio Azic, Pablo García Velazco y Carlos Capdevila.
En este juicio sólo se juzgaron 85 delitos de privación ilegal de la libertad, tormentos y homicidios cometidos contra Azucena Villaflor, Mary Bianco y Ester de Careaga, del grupo original de las Madres de Plaza de Mayo; y de los activistas que las apoyaban, entre ellos las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, así como también el escritor y periodista Rodolfo Walsh.
Se trata así del primer tramo de la llamada “megacausa ESMA” ya que en el juzgado federal 12, a cargo de Sergio Torres, se tramitaron –y algunas ya se elevaron a juicio oral- otras 8 causas, entre ellas el despojo de bienes a los prisioneros, la desaparición de la joven sueca Dagmar Hagelin y los “vuelos de la muerte”.
Estos crímenes fueron cometidos hace más de tres décadas, entre 1975 y 1983, y ya fueron denunciados en el histórico Juicio a los Comandantes, de 1985, aunque luego se declararon no punibles por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final anuladas en el 2005, lo que permitió la reanudación de los procesos.
Se estima que por el centro ilegal de concentración y exterminio de la ESMA, hoy convertido en un centro cultural por la memoria, pasaron unos 5.000 detenidos, que en su mayoría continúan desaparecidos.
La lectura de la sentencia podrá ser trasmitida en directo por los canales de televisión que tomen la señal captada por la cámara del tribunal, lo mismo que la radio, en tanto los reporteros gráficos podrán tomar fotos antes de iniciarse la lectura, según disposiciones de la Corte Suprema de Justicia para los juicios de lesa humanidad.