Una mujer que estaba acusada de facilitación de la prostitución fue finalmente absuelta ayer martes en un juicio oral a puertas cerradas, realizado en el cuarto piso de los Tribunales de Concepción del Uruguay.
Si bien no se brindaron detalles del caso, se supo que esta persona sería propietaria de un local nocturno de Villa Elisa, donde tiempo atrás la Policía localizó a una menor de 17 años que ejercía la prostitución. De acuerdo a lo trascendido, la joven habría engañado a la dueña diciéndole que era mayor de edad, mostrando aparentemente un documento apócrifo en el cual confirmaba tener 18 años.
Si bien esto no fue confirmado con certeza, la dueña del local nocturno destacó su desconocimiento y argumentaba haber sido engañada por la joven.
Finalmente, con el paso del tiempo, esta persona fue llevada a juicio siendo representada por la doctora Alejandrina Herrero, quien en definitiva no tuvo mucho trabajo en el debate, ya que la Fiscalía ejercida por Diego Young decidió no mantener la acusación debido a la falta de elementos firmes y testigos que con el tiempo no fueron hallados, por lo que la mujer fue absuelta de los cargos.
Con esta situación se da una de las medidas alertadas por la propia Policía, que es la de confirmar las denuncias con testigos que mantengan sus dichos en sede judicial.
Para evitar estos sinsabores, desde la División Trata de Personas en junto con distintos organismos del gobierno entrerriano se conformó un protocolo que permita no sólo apuntalar las sospechas por la trata de personas, sino también contener a las víctimas de tener que trabajar sexualmente sus cuerpos.
Las mismas, por temor o por falta de ayuda, en casos del pasado debieron rectificar sus denuncias, lo que derivó en que en las causas judiciales no pudieran avanzar con las condenas de los acusados.
En la Justicia federal de Paraná en 2011 también hubo un par de juicios en los cuales en uno se condenó a cuatro años a uno de los acusados de regentear un prostíbulo. Sin embargo, en el restante se absolvió por el beneficio de la duda a los imputados, que no fueron cuestionados en el debate por los testigos y por las contradicciones de los miembros de las fuerzas de seguridad que participaron del allanamiento que determinó la localización de menores en el local nocturno.