Ante la bajante que se registra en el río, “estamos teniendo problemas porque no hay caudal”, y si bien “el equipamiento está disponible, lo que pasa es que no hay agua” describió el ingeniero Carlos Máscimo. Y agregó que “en promedio estamos recibiendo 900 metros cúbicos, pero para que funcione la totalidad de las turbinas (13) que posee la represa, son necesarios 9.000 metros cúbicos de agua por segundo”. Ahora “una de las prioridades es la reserva y mantención del caudal para que las plantas potabilizadoras aguas abajo puedan absorber”, advirtió. E insistió en la idea de que para que se reviertan las cifras serán necesarias las lluvias “ya que las pocas que ha habido no llegan a modificar esta tendencia que tenemos”. Asimismo remarcó que los niveles bajos se mantienen desde hace cuatro meses, pero que es un hecho “que no nos tiene que asustar porque el Río Uruguay nos tiene acostumbrados a estas irregularidades”. “Los históricos registros que tenemos del río marcan una curva y una irregularidad muy grande, en grandes inundaciones y grandes sequías”, recordó el ingeniero. Y añadió: “los datos de más de 100 años nos dicen que el estiaje comienza en la época de verano, y durante marzo o abril con las lluvias llegan a crecer los caudales alcanzando un máximo en septiembre y octubre”.  Por lo tanto, confió en que en Julio se pueda generar a pleno.Además, Máscimo comentó que esta situación se debe a los cambios climáticos que estaban asentados en los informes meteorológicos que habían recibido y auguró que “para la primavera estos cambios se irían moderando porque las lluvias se irían normalizando”.En su explicación, el gerente general de CTM recalcó que es necesario recordar que el río Uruguay es netamente pluvial, “depende de las precipitaciones que vienen de Brasil y sabemos que en toda la cuenca alta y media hay un estiaje profundo”.