13 de noviembre de 2012 |
CRESPO. |
REMATARON LOS BIENES WAIGEL.
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Poco a poco, el patrimonio de los Waigel se fue desmoronando un poco más ayer, con cada martillazo que remató parte de los bienes de la empresa que durante 50 años fue el ejemplo del progreso y ahora está en la quiebra, acusada de producir una de las mayores estafas en la historia de la provincia.
Constructores, corraloneros y particulares colmaron el salón del Club Atlético Unión de la ciudad de Crespo a la caza de gran cantidad de mercadería subastada “sin base, al contado y al mejor postor”, como anunció la convocatoria al remate judicial por quiebra, que empezó ayer y termina el jueves.
La actividad fue ordenada por la jueza María Gabriela Tepsich, titular del Juzgado Civil y Comercial Nº 9 en Primera Instancia de Paraná, que interviene en el juicio de quiebra de la empresa Miguel Waigel y Cía. SA. Al tiempo que avanza, por otro carril, la investigación penal contra ocho integrantes de la firma por el delito de Quiebra fraudulenta.
El martillero público a cargo del remate, Julio Barbagelata, que el mismo se inició con total normalidad durante la primera jornada: “Empezamos con el salón completo, estaban todas las sillas ocupadas y había gente parada”. Además, explicó que la recaudación será para pagar el saldo a los acreedores de la firma en quiebra, según el porcentaje que cada uno tenga.
Los elementos rematados consistieron principalmente en el stock de mercadería que le quedaba a la empresa Miguel Waigel y Cía. SA para la venta antes de cerrar sus puertas: lavatorios, grifería, mamparas, bajo mesadas, puertas, ventanas, calefactores, motores eléctricos, sanitarios, cables, máquinas, espejos, estanterías, balanzas, fotocopiadoras, acondicionadores de aire, caños de PVC y para luz, pinturas, accesorios para instalaciones eléctricas, sanitarias y de gas, termotanques, accesorios para herrería e iluminación, material de bulonería, mangueras corrugadas, escritorios, armarios, placares, ficheros, cajas fuertes, herramientas para la construcción, carpintería y jardinería, pulverizadores, entre otros.
También el mobiliario para el funcionamiento de la misma, como escritorios, sillas, computadoras, televisores, matafuegos, carritos con ruedas, escaleras, máquinas de escribir.
Por la Ley de Quiebras que regula esta actividad, el martillero cobra el 10% de cada compra, y además se debe abonar el 21% del IVA, sobre el costo del producto adquirido. El remate consiste solo en los bienes muebles, según lo decretado por la jueza Tepsich. Por eso se subastan en total los elementos en 870 lotes (220 los primeros tres días y 210 el último), que no incluyen los bienes inmobiliarios de la empresa quebrada ni los vehículos automotores. Mientras, continúa la investigación de la magistrada con el fin de ubicar otros bienes para saldar las acreencias de los afectados.
Testigos de la megaestafa
En la acusación formulada por el Ministerio Público Fiscal se enumeran falencias e insolvencias provocadas por los acusados, maniobras simuladas y creación de sociedades ficticias, fundamentadas principalmente en pruebas documentales, producto del trabajo realizado por los síndicos que intervinieron en la quiebra de Waigel.
En los aportes de cada testimonio se intentan desentrañar los roles y responsabilidades de cada uno de los ocho imputados en el funcionamiento de la empresa. Se estima que la causa se sustanciará recién a mediados de 2013, luego de que el juez pueda tener todas las pruebas analizadas.
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