El dramático suceso ocurrió durante la madrugada de este lunes, en la localidad de Basavilbaso, departamento Uruguay. Fuentes señalaron que todo comenzó a la una de la mañana, cuando Cristian Jesús Torrilla de 36 años, discutió con su mujer, Carina Samiz de 35, que por la violenta situación, decidió irse a la casa de su madre, quedando en la vivienda su esposo con el bebé de 4 meses –hijo de ambos- y una sobrina de 15 años.
Ante esta decisión de la esposa, Torrilla, muy alterado y aparentemente sin dormir desde hacía al menos cinco días, se drogó con cocaína y decidió tomar a su propio hijo de rehén, atándoselo al pecho, amenazando que lo iba a matar al igual que a la menor, para luego quitarse la vida si su esposa no volvía.
Como todo se complicaba, la esposa denunció el la comisaría de la localidad, por lo que personal policial, encabezado por el comisario Rafael Osuna, se presentó en la casa, y trató de disuadir al alterado hombre. Las características de la vivienda, con una sola entrada, hicieron complicado el ingreso, por lo que se solicitó la intervención del Grupo especial de la Jefatura Departamental Uruguay.
Mientras se trataba de convencer a Torrilla, el jefe de comisaría comunicó la novedad a las autoridades. Desde la Fiscalía se ordenó aparentemente que se actuara a criterio, preservando la seguridad de los presentes. En esos momentos, Torrilla de manera sorpresiva, salió en la moto llevando su hijo atado al pecho y portando un arma de fuego, para dirigirse a la vivienda de su suegra y efectuar varios disparos contra el frente del inmueble.
Torrilla regresó a su domicilio, siempre siendo perseguido por personal policial, que no tomaba intervención para evitar una tragedia, ya que peligraba la integridad de la criatura.
Una vez en la casa y habiendo dejado la puerta abierta, el jefe de comisaría logró entrar y sacar la moto, para evitar que volviera a intentar escapar, comenzando nuevamente el dialogo.
Fue en esos momentos que se supo que otros dos jóvenes estaban en el interior del inmueble, siendo un chico de 14 años y otro de 18.
Con el correr de los minutos, casi a las 5 de la mañana, Torrilla aceptó entregarse, pero pidió ser él, quien le diera el bebé a su esposa, por lo que salió de la casa caminando con la criatura atada al pecho y acompañado por la sobrina y los dos jóvenes.
Mientras caminaban en dirección a la dependencia policial, arribó el móvil del Grupo Especial, lo que permitió actuar de sorpresa y reducir a Torrilla, sacándole la criatura sin que sufriera herida alguna.
Por otra parte, se secuestró un revolver calibre 38 con varios proyectiles y vainas servidas, arma que estaba oculta en la mochila que llevaba la sobrina de 15 años. Por otra parte, se identificó y requisó a los jóvenes, constatándose que tenían 14 y 18 años, respectivamente, al tiempo que se descubría que el joven mayor de edad, tenía en su poder unos 20 gramos de cocaína, razón por la cual se lo detuvo y se dio intervención a Toxicología.
Respecto al menor de 14 años, se comunicó y dejó a cargo al COPNAF. Una vez regresada la calma, Cristian Torrilla, fue puesto a disposición de la Fiscalía a cargo del doctor Fernando Martínez Uncal y trasladado a Concepción del Uruguay.