El delegado gremial del frigorífico INSA, de San José, Raúl Gerstner denunció las irregularidades laborales que aquejan a los trabajadores hace años. Según manifestó uno de los problemas más graves que padecen es con el médico laboral quien "no respeta los certificados médicos” y “los amenaza con suspensiones y despidos”. Asimismo, denunció que “hace 30 años tienen problemas para cobrar el aguinaldo” y que trabajan sin elementos de seguridad. Afirmó que perdieron el diálogo con los directivos de la empresa, ya que no asisten a las negociaciones sino que mandan en representación a un abogado. “Es fácil alardear con la riqueza, pero todo lo pueden hacer con el esfuerzo de los trabajadores”, sostuvo. El frigorífico INSA, de la localidad de San José, es propiedad del Sr. Néstor Amado Eggs. Es una empresa subcontratada de NOELMA con alrededor de 34 años de vida en el mercado. Cuenta en la actualidad con 540 empleados, de los cuales 350 son afiliados al Sindicato de la Industria de la Alimentación, que agrupa a 3.500 trabajadores de varias localidades.
Raúl Gerstner trabaja en INSA hace diez años, y es delegado e integrante de la Comisión Directiva del sindicato.
Hace un par de semanas realizaron una medida de protesta en la puerta del frigorífico –por primera vez- cansados de los atrasos en el pago de sus salarios.
Pero los problemas que dicen tener no se agotan allí; por eso quisieron hablar y dar a conocer la situación en la que están hace muchos años. Sienten que es uno de los pocos recursos que les quedan. Hace ya mucho tiempo han perdido el diálogo con los directivos de la empresa, quienes no asisten a las negociaciones sino que mandan en representación a su abogado, el que se limita a escucharlos pero jamás les acerca una respuesta.
Médico laboral
Una de las situaciones más graves por las que atraviesan, según relata Raúl, es el maltrato que sufren desde hace 4 o 5 años por parte del médico laboral.
“No respeta el certificado del médico de cabecera, nos manda a trabajar sin el alta. Nos amenaza con suspensiones o despidos. Nos insulta, trata mal a las mujeres y critica a los colegas.
Hemos hecho exposiciones en la Delegación Médica de San José, y en los Colegios Médicos de Colón y Paraná. Además el sindicato le inició juicio. Hubo audiencias con él y con el abogado de la empresa.
En todos lados tiene problemas. En el hospital tiene un juicio por malos tratos a una enfermera y ya lo echaron de varios lugares. Sólo le pedimos que trabaje sin abusar de su cargo”.
Consultado sobre la reacción frente a esto del dueño de la empresa, el dirigente gremial dice que “Néstor Amado Eggs pone excusas, como que el médico es temperamental. Pero no toma ninguna medida”.
Categorías
”Nuestro convenio colectivo de trabajo fija una categoría para cada puesto, hay más de 250 compañeros que están con categorías inferiores al puesto que están realizando, a pesar de que ya superaron los tres meses de permanencia estipulados para su recategorización”, explicó Gerstner a El Entre Ríos.
“Algunos trabajadores están hace un año y medio en esta situación, lo que les significa perder 3 o 4 pesos de ganancia por hora.
Hemos hecho audiencias en la delegación; viene el abogado de la empresa, dice que va a plantearlo, pero después queda en la nada. Por eso ya está en manos del abogado del sindicato que va a iniciar el reclamo legal”, concluyó.
Aguinaldo
“Hace 30 años que tenemos problemas con el cobro del aguinaldo. Lo pagan fuera de término, por quincena, en cuotas, por sorteo. De mil formas menos de la que corresponde. En enero hemos estado a punto de iniciar una medida de acción por esto, pero lograron solucionarlo a tiempo”, explica el entrevistado.
Los primeros siete días, gratis
Insólita la medida e insólita la excusa. Según da a conocer el sindicalista, cada empleado que ingresa a la empresa, trabaja los primeros siete días gratis. La explicación de los patrones es que “están aprendiendo el trabajo” y como es obvio “todos lo aceptan porque necesitan trabajar”.
Discriminación
Aquí no entra nadie con barba y pelo largo. “El convenio dice que lo único que se puede exigir es que se cubran en el puesto de trabajo; pero acá directamente hay alguien en la puerta que no te deja entrar y por supuesto te sancionan”.
Vestuario
-10° en invierno y 50° en verano, es la temperatura que deben soportar los trabajadores del frigorífico INSA en el vestuario. “Está recién inaugurado; sin embargo se llueve, no hay cielorraso sino un tinglado de fibrocemento que tiene un montón de años, con el que nos congelamos en invierno y nos derretimos en verano”, relató Raúl.
Baños con cámaras
Están prohibidas, pero existen. “Dicen que son para ver si fumamos, pero no están permitidas por violar la intimidad. Ya hicimos la denuncia en la delegación”, contó.
Sin bolsos
”Sólo nos permiten traer unos bolsos transparentes que antes daba la empresa; pero ahora no los dan más. Tenemos que traer la ropa en la mano o todo ya puesto porque no podemos ingresar ningún otro tipo de bolso”.
Sin ropa de abrigo
A pesar de que es obligatorio -según dicen desde el sindicato- jamás les entregaron la ropa de abrigo correspondiente para pasar el invierno. “Si debajo de la chaqueta nos ponemos algo para no tener frío debe ser blanco, si ven que apenas se asoma algo de otro color, nos sancionan. Pero la ropa la tenemos que comprar nosotros”.
No hay elementos de seguridad
Todos se pasan la pelota, pero nadie cumple. Los elementos de seguridad brillan por su ausencia. “Por ejemplo fajas no nos dan. Hay compañeros con problemas de columna por el esfuerzo. Ni la empresa ni la ART quieren hacerse cargo; cada uno dice que le corresponde al otro”, dicen desde el sindicato.
Retención de aportes
“A principio de año estuvimos a punto de quedarnos sin cobertura social porque nos retuvieron los aportes. Además, deben cuatro meses de aportes gremiales; eso nos trae problemas a la hora de cumplir con los beneficios de los afiliados (reintegros, sepelios, ajuar, etc.)”. En ambos casos, en los recibos de sueldos figuran los descuentos, pero el dinero no era depositado en las cuentas.
Raúl Gerstner hace memoria; dice que son tantas las irregularidades, que seguramente se está olvidando de varias. Como conclusión, quiere decir unas palabras para cerrar esta nota: “Es fácil alardear con la riqueza mostrando sus autos de carrera y vendiendo sus productos por todo el mundo. Todo eso lo pueden hacer con el esfuerzo diario de los trabajadores. Cuando tomen la decisión de otorgar las categorías, de respetar los certificados médicos y los derechos de los trabajadores en general –sin pensar que es un gasto, sino una inversión-, entonces empezaremos a ser una empresa seria”.