La Confederación General del Trabajo (CGT) Azopardo, que conduce Hugo Moyano, repasó su agenda de reclamos al gobierno nacional pero finalmente no convocó a un paro nacional de todos los gremios de esa central, tal como había deslizado su líder. Durante el encuentro, el dirigente gremial hizo un balance de la reciente medida de fuerza por parte de los camioneros. En ese marco, Moyano volvió a hacer foco en el malestar de los trabajadores de las distintas organizaciones por el impuesto a las ganancias. “No se evaluaron medidas de fuerza a futuro. Todo lo que se especule de aquí a las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) estará teñido por los intereses electorales”, sostuvo el secretario General de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid.
Mientras, Schmid confirmó un paro para el próximo viernes de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval (FEMPINRA) en reclamo de la eliminación del mínimo no imponible.
Según detalló IProfesional, de la reunión en la sede de Azopardo al 800 participaron dirigentes como el titular de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), Gerónimo “Momo” Venegas, del sindicato de los Canillitas, Omar Plaini y el presidente de la Federación Nacional de Panaderos, Abel Frutos.
Más temprano, Venegas había anticipado que la central obrera estudiaría la “posibilidad” de un paro nacional de los sindicatos nucleados en la organización que lidera Moyano. Es más, Venegas había dicho el martes durante un acto proselitista en Santiago del Estero que “hay margen para hacerlo (el paro) antes de las elecciones primarias”.
Esta perspectiva también era compartida por Schmid, quien ya antes de la reunión había ratificado el paro del sector marítimo portuario para el próximo viernes y dejó entrever el malestar de varios sectores gremiales.
“Será una muestra de que el descontento por Ganancias es en todos los ámbitos. Analizaremos en la CGT cuántos gremios tienen una posición parecida para definir si llamamos a un paro general”, confirmó en declaraciones a la prensa.
Sin embargo, la desconfianza de algunos sindicalistas pareció pesar finalmente en contra de una profundización del enfrentamiento con el gobierno nacional. Entre sus dudas, algunos sostienen que ya empiezan las vacaciones de invierno y cualquier protesta quedaría muy pegada a las primarias del 11 de agosto.