Uruguay llevó a cabo la denominada Operación Wayra que permitió incautar dos aviones, 400 kilos de marihuana, y detener a 22 personas. Las aeronaves habían pasado sobre territorio argentino. Entre los aprehendidos hay un funcionario de Aviación Civil que, según los indicios reunidos, proporcionaba información sobre rutas de aeronavegación o formas de eludir los radares militares. Otro de los pilares de la organización era un empleado de una importante empresa de aeronavegación comercial, dedicada principalmente al ramo de la fumigación. Sobre las 11.20 horas del lunes los radares de Fuerza Aérea uruguaya detectaron el ingreso de dos aeronaves sospechosas. Pero mientras esto ocurría, en un campo ubicado al Sur de Cebollatí se desplegaba un equipo de la Policía Antidrogas, con apoyo de efectivos locales. Para los agentes antidrogas la de ayer era la última jornada de un largo trabajo de inteligencia tras la pista de una vasta red de traficantes. Esperaban la llegada de un pequeño avión, de los utilizados para fumigación, a bordo del cual vendría la droga.

Pero la presencia de los policías no fue evidente sino hasta que la pequeña aeronave aterrizó en un campo arrocero de la mencionada localidad, próximo a Laguna Merín. Allí, sobre el Camino Las Garzas, aguardaban dos vehículos y cuatro personas que se encargarían de llevar los más de 400 kilos de marihuana hasta la capital. Estos y los dos tripulantes de la aeronave fueron los primeros sorprendidos cuando vieron aparecer "de la nada" a un nutrido grupo de efectivos armados a guerra. Los delincuentes intentaron resistir el cerco policial y efectuaron varios disparos que fueron respondidos.

En el intercambio resultó herido de bala un hombre de 40 años que, más tarde se confirmaría, es oriundo de Las Piedras y cuenta con un profuso historial delictivo.

José Luis Sotelo, encargado de una estancia ubicada a un kilómetro del lugar de los hechos contó que escuchó "un tiroteo para ahí, para el fondo". El trabajador aseguró que vio "bajar" un avión, "para mi bajó en la carretera allí y después un helicóptero más atrás, también, anduvo en la vuelta hasta que bajó, y ahora levantaron y se fueron y vimos venir un montón de autos, no sé si policía o gente que venía saliendo, cinco o seis autos venían saliendo".

Mientras esto ocurría en Rocha, varios kilómetros más al Sur aviones militares interceptaron a la que se presume era la aeronave de apoyo de los narcotraficantes, que cargaba con tarrinas de combustible. Este avión Cessna fue obligado a aterrizar y quedó bajo custodia en la Base Aérea de Santa Bernardina, en Durazno.

Paralelamente, y como parte del operativo, la Policía Antidrogas detuvo a otras 15 personas en allanamientos simultáneos realizados en Montevideo y Canelones.

De este modo, el Operativo Wayra se cerró con un balance provisional de 22 detenidos. Todos ellos están ahora a disposición de la jueza especializada en Crimen Organizado, Adriana de los Santos, que fue trasladada en un avión militar hasta la escena de los hechos para supervisar el procedimiento.

La carga que llevaba el pequeño avión, flanqueado por su custodia detenido en Durazno, hizo un viaje en línea recta de 815 kilómetros desde la ciudad paraguaya de Caazapá, pasando por territorio argentino e ingresando por la frontera con Brasil.

"Caazapá es un centro de producción y comercialización de marihuana, y la forma de operar que se descubrió allí en Uruguay responde a la que utilizan los traficantes de este departamento al sur de Paraguay", explicó a El País el periodista Iván Leguizamón, del diario ABC de Asunción.

La producción de marihuana se ha asentado tanto en este departamento, cuya capital del mismo nombre queda a unos 170 kilómetros de Asunción, como en el de Amambay y su capital, Pedro Juan Caballero, de donde proviene el grueso del cannabis que se comercializa ilegalmente en el sur del continente. "Estos grupos están muy organizados, tienen gente que prepara los embarques, muchas veces en connivencia con funcionarios policiales, y luego las transportan a su destino, Argentina, Uruguay o Brasil, en aviones pequeños", explicó el periodista paraguayo, "generalmente se desplazan en dos aviones, uno es puntero y el otro queda a la retaguardia por cualquier eventualidad".

Esta es, precisamente, la hipótesis que sostienen los investigadores de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilegal de Drogas (Dgrtid) en cuanto al segundo avión de matrícula paraguaya interceptado al mismo tiempo por Fuerza Aérea.

De todos modos, según la información manejada por los distintos organismos involucrados en el operativo, la aeronave interceptada por aviones de combate no presentaba indicios materiales que la vinculen al narcotráfico. Dependerá de los indicios y testimonios reunidos por la Justicia.

Una organización extendida y muy bien estructurada es la que permitió desarticular Operación Wayra.

Entre los 22 detenidos hay un funcionario de Aviación Civil que, según los indicios reunidos, proporcionaba información sobre rutas de aeronavegación o formas de eludir los radares militares. Otro de los pilares de la organización era un empleado de una importante empresa de aeronavegación comercial, dedicada principalmente al ramo de la fumigación con sede en Canelones. Este era el hombre que tripulaba la aeronave sin matrícula capturada en Cebollatí. Pero también, involucradas en esta trama, hay personas con múltiples antecedentes penales, tal el ca-so del que resultó herido de ba-la en el tiroteo. Las autoridades no descartan más detenciones. (Producción: Eduardo González, Marco Rivero, Néstor Araújo

El ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, dijo hace un par de mese a El País que se habían detectado unas 900 pistas ilegales en el territorio nacional.

"No puedo decir que son aeródromos clandestinos porque se ven desde el aire y la Fuerza Aérea los tiene identificados, pero sí puedo decir que son irregulares, no están declarados porque no figuran en la Dinacia (Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica)", declaró el ministro en una nota publicada el 27 de mayo pasado.

Estas afirmaciones, que fueron controvertidas por los mandos de Fuerza Aérea, se hicieron en el contexto de las denuncias hechas por el periodista argentino Jorge Lanata, en torno a la "ruta del dinero K". Pocos días después el comandante de Fuerza Aérea, el general del aire Washington Martínez controvirtió el dato manejado por el ministro. El alto mando señaló que en los registros del arma del aire figuraba un total de 270 pistas de aterrizaje en todo el país y que restaban otras 70 por ser regularizadas. Como antecedente del tema existe un informe de Fuerza Aérea del año 2004 donde se hacía referencia a la existencia de 820 pistas sin registro ni habilitación oficial de Dinacia.

En otro orden, el propio ministro de Defensa había advertido en la referida nota que los vuelos irregulares podían cumplir con diversos objetivos.

"Pueden entrar de todo, desde plata, droga y ropa hasta perfumes. Lo que se le ocurra. Es elemental que si hay alguien dedicado a lavar plata lo primero que hace es comprarse flor de avión, flor de estancia y hacerse flor de pista de aterrizaje", señaló el ministro Fernández Huidobro.