El país está viviendo un invierno tibio. Sólo de a ratos invita a subir la temperatura de estufas y caloventores, y durante el mes que lleva esta estación en 2014, ha habido muchas jornadas que rondaron los 20 grados y las mangas cortas nunca de terminar de llegar al fondo del placard. Sin embargo, desde ayer y hasta la semana que viene, lo conveniente es que el abrigo esté más a mano porque ingresó al país un frente frío.
"Es un aire antártico, no polar porque proviene del norte de la Antártida. Avanza de sur a norte por la Península Antártica y se concentra sobre todo en la Patagonia y la zona central del país", detalló la meteoróloga Miriam Andrioli, del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Este frente ya había provocado importantes y demoradas nevadas en Ushuaia y el sur de Santa Cruz, y ayer la nieve llegó a las provincias cordilleranas, a San Luis y a las sierras cordobesas. Diez provincias registraron temperaturas bajo cero, y no se descarta que caiga agua nieve en el sur bonaerense. De hecho, la especialista explica que hoy ingresará un segundo frente frío, "que va a llegar al norte del territorio argentino, con descenso en las temperaturas, y se va a hacer más notorio desde el viernes hasta el lunes o martes, en todo el país".
Muy probablemente, pasado el frío intenso, habrá otro puñado de días con mínimas muy altas y lluvia, la semana que viene, según el pronóstico extendido del SMN.
Además de que las temperaturas aún no fueron extremas en julio, lo que está caracterizando a este invierno son las lluvias. La especialista del SMN explica que "hubo abundante nubosidad y días muy húmedos, lo cual hizo que las temperaturas se atemperaran". A eso se sumó la frecuente llegada de masas de aire templado provenientes del sur del Brasil hacia el Litoral. Así, el 2014 se caracteriza hasta ahora por ser más lluvioso que años anteriores y se estima que julio, agosto y septiembre seguirán así.
Andrioli habla de la importancia de estudiar el cambio climático pero sostiene que la temperatura de este julio forma parte de la previsible variabilidad meteorológica. "Si no, diríamos que de ahora en más desaparece el invierno, lo cual no es cierto", afirma. Pablo Canziani, investigador principal del CONICET y director del Programa de Estudios Atmosféricos de la Universidad Católica Argentina, describe al 2014 como un año "atípico, porque hay un incipiente evento Niño, pero muy débil todavía. Los pronosticadores advirtieron que podía ser un invierno moderado." En sintonía con Canziani, Andrioli indica que "el fenómeno del Niño tenderá a intensificarse hacia el segundo semestre de este año y esto impactaría en la zona centro este, con un incremento en el régimen de precipitaciones."
Nadia Zyncenko, meteoróloga de la Televisión Pública, explica el fenómeno del Niño a Tiempo Argentino: "No hay certeza científica sobre por qué se empiezan a calentar las aguas del Pacífico. Eso expande la circulación de los vientos alisios e invierte su dirección por el calentamiento, aportando agua cálida a las costas de Perú y Ecuador. Esto va evaporando, genera nubosidad, y provoca lluvias en exceso, sobre todo en el Litoral. La Anomalía del Niño se hace más intensa cuanto mayor es el calentamiento global."
Zyncenko advierte que las temperaturas de julio "no están lejos de los valores registrados en los últimos diez inviernos, aunque si se comparan con 30, 40 o 50 años atrás, se nota que hay un calentamiento global". Canziani asegura que el cambio climático no afecta a todos los países por igual, y argumenta: "En el hemisferio sur es más benigno. Esto tiene que ver, por ejemplo, con que Argentina y Chile están rodeados de océanos muy grandes y el agua estabiliza la temperatura."
Andrioli, del SMN, entiende que los efectos del cambio climático se perciben en que "los fenómenos se observan más severos e intensos: son de menor duración pero con mucha más contundencia porque hay una mayor cantidad de energía en la atmósfera que debe ser liberada". Para graficar, cita un ejemplo: "Las lluvias y tormentas son mucho más intensas que lo que se registraba varias décadas atrás." E insiste en que a todas estas variables hay que prestarles la debida atención. Y abrigarse –o no– en consecuencia.
